Como nunca luché para dejarte nada más allá del mañana indispensable: una quinta de tierra verde donde corra, quién sabe,un arroyo pensativo; y en esa tierra, un techo simple en el que puedas ocultar la terrible herencia que te dejó tu padre,la insensatez de un corazón constantemente apasionado
Fragmento de Pedro , Mi hijo del libro Para vivir un gran amor
Ediciones De la flor
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