domingo, 14 de abril de 2013
Soy un virus. La Tabaré con Enrique Symms
Conozco el dolor desde niño, cuando bajaba corriendo afiebrado hacia la costa de las aventuras y me encontraba siempre con esa cárcel de rutinas en que consiste la vida. Porque estamos aquí, en donde todo es dolor y todo nos resulta gratis, porque el sol se quema todos los días como un bonzo que se suicida por tristeza. En donde las sonrisas terminan siempre en puñaladas y en donde el primer pez cuando tuvo hambre se convirtió en asesino. El dolor de estar aquí, en donde los pájaros aprender a leer y escribir las leyes que prohíben volar.
Esos viejos flacos y orgullosos en el supermercado, arrastrando un carrito vacío con los ojos bajos y en silencio. Porque ellos creen que el silencio es de bravos. Esos viejos muertos de hambre, que trabajaron toda la vida y no se roban ni una uva. Esos viejos que se cruzan con un muchacho rubio de pelo largo que no los ve, porque va pensando en el futuro. Porque éste es un mundo de jóvenes que olvidan su origen y de viejos que no recuerdan el destino.
Pero si las moscas usaran corbata, si las balas cantaran blues, si el cielo sacudiera su viejo culo azul y las ventanas católicas de los edificios explotaran; igual... Igual habría un anciano babeando fantasías sobre las piernas de una muchacha. Igual habría todos esos tipos con caras de clavo sonriendo por las calles del mundo.En una tribu de monos, en una fiesta de esclavos, en una calle de zombies, yo no soy un hombre, soy un virus en tu mente .Un hombre solo en un cuarto regando una planta. Sufriendo porque nadie le habla o nadie lo toca y sólo le cabe recordar. O las camareras de los bares nocturnos de polleras cortas que van naufragando entre las brumas del deseo. O las conversaciones de mis amigos que antes soñaban ser héroes y ahora cobran un sueldo. Están inyectando la jeringa del miedo en las venas del mundo.Yo tenía veinte años y siempre estaba borracho en una pieza mugrienta. Viendo reflejar mi rostro sobre las paredes del mundo. Ahora tengo casi sesenta...y nunca lo vi...
Nunca vi a un hombre encendido y llameante, un hombre que cuando levantara la mano para encender un cigarrillo yo viera en sus ojos los ojos de un tigre acechando en el viento el paso del tiempo, para matarlo. Siempre vi los ojos del miedo...Siempre vi los ojos tristes de la nostalgia...
sábado, 6 de abril de 2013
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
Seguidores
"Lo que yo queria era jugar,solamente eso...Y el Cesar me dio toda la libertad para hacerlo.Yo me divertia jugando,era mi vida,es mi vida.Yo queria jugar y ser libre, eso..."
Archivo del blog
-
►
2009
(162)
- ► septiembre (11)
-
►
2010
(151)
- ► septiembre (12)
-
►
2011
(45)
- ► septiembre (2)
-
▼
2013
(5)
- ► septiembre (2)
Diego
Diego Capusotto
Luis Alberto Spinetta
Charles Bukowski
Gandhi
Mario Benedetti
Mercedes Sosa
Roberto "El polaco" Goyeneche
Julio Cortazar
Arturo Jauretche
Ernesto "Che" Guevara
John Lennon
Charly Garcia
Emir Kusturica
Joaquin Sabina
Enrique Santos Discepolo
Leopoldo Marechal
Perón y Evita
Enrique Symns
Jim Morrison
Roberto Fontanarrosa
El eternauta